BUENOS Y MALOS DESEOS

Pregunté a un estudiante qué era lo que más deseaba tener en la vida, y me contestó: «libros, salud y quietud». Hice la misma pregunta a un usurero prestamista y me dijo: «Dinero, dinero y mas dinero». A un pobre que encontré le dirigí la misma pregunta, y sin vacilar me dijo: «Pan, pan, pan». Un beodo que iba por la acera donde yo caminaba, al hacerle yo esta pregunta me dijo: «Un poco más aguardiente». Luego, dirigiendo mi vista hacia donde estaba una multitud, les pregunté lo mismo y me contestaron todos: «Riqueza, fama, placeres».Un tanto desilusionado, porque no me satisfacía ninguna contestación, pregunté a un anciano que tenía fama de muy bueno, qué era lo que más ambicionaba en la vida, y éste contestó con toda calma y dulzura: «Primeramente deseo encontrar a Cristo; en segundo lugar, parecerme a Cristo, y en tercer lugar, ser como Cristo».

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